El volcán de la Corona en Lanzarote es uno de los lugares naturales más impresionantes de la isla y una visita imprescindible para los amantes de la naturaleza. Situado al norte, cerca del pueblo de Haría, este antiguo cráter se alza sobre el paisaje volcánico y ofrece vistas espectaculares del océano Atlántico, la isla de La Graciosa y los campos de lava. Una excursión guiada al borde del cráter es la mejor manera de descubrirlo, combinando paisajes inolvidables con explicaciones sobre el origen volcánico de Lanzarote.

Geología y paisajes
Formado hace miles de años, el Volcán de la Corona muestra rasgos geológicos únicos. Caminar con un guía permite observar coladas de lava, capas de ceniza y formaciones que narran la historia geológica de la isla. El suelo volcánico también es hogar de plantas endémicas, que aportan vida y color a este entorno singular.

Viñedos y tradiciones rurales
A los pies del volcán, los suelos fértiles se han aprovechado durante siglos para la agricultura, en especial los viñedos. Los viñedos de Lanzarote, protegidos por muros de piedra y cultivados en ceniza volcánica, son un ejemplo de adaptación al medio. Estos viñedos producen algunos de los vinos más reconocidos de la isla y reflejan su identidad cultural.

¿Por qué elegir una ruta guiada?
Un tour guiado por el Volcán de la Corona convierte el senderismo en una experiencia enriquecedora. Los guías locales comparten historias sobre geología, tradiciones agrícolas y vida rural, ofreciendo una conexión más profunda con el paisaje. Visitar el Volcán de la Corona es descubrir la esencia volcánica y cultural de Lanzarote.
